El sentimiento que transforma el mundo
Cuando permitimos que el amor de Jesucristo gobierne nuestra existencia, experimentamos cambios en nuestra vida conyugal, con los hijos, con quienes nos rodean.
Por Fernando Alexis Jiménez — Instagram @RadioBendiciones
Una actitud auténtica que sale del corazón, transforma el entorno. Ocurre con el hogar y la sociedad. Su cónyuge, hijos y quienes le rodean, podrán comprobar cuáles son los sentimientos que le asisten. Aun cuando pretenda fingir, pronto saldrá a la luz cuáles son las verdaderas intenciones.
Permítame ilustrar el asunto con una historia. En el verano de 1986, con 15 años de edad, Jeff Henigson se dirigía en bicicleta hacia una tienda. No llegó a su destino. En el camino fue embestido por una furgoneta. El cuerpo se proyectó con violencia varios metros más allá. El impacto lo recibió en la parte posterior de la cabeza.
Como consecuencia, Jeff desarrolló un tumor. Los médicos le pronosticaron pocos días de vida. En esa difícil situación lamentó no haber aprovechado mejor el tiempo y, también, no haber cultivado una buena amistad con su padre, un militar de la marina que había estado en varias guerras.
“¿Cuál es su último deseo?”, le preguntó el especialista. La respuesta del muchacho fue contundente: “Que en el mundo haya paz y amor, y desaparezca el odio”.
El deseo de este adolescente es el mismo que comparten millares de personas en todo el mundo. Y esa paz y transformación, solo será posible cuando permitamos que reine el amor, como escribió el apóstol Pablo:
“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” (Romanos 12: 9 — RV 60)
Cuando permitimos que el amor de Jesucristo gobierne nuestra existencia, experimentamos cambios en nuestra vida conyugal, con los hijos, con quienes nos rodean. Alcanzaremos verdaderamente paz interior. Es el comienzo de una nueva vida. La decisión está en sus manos.
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