Creaciones maravillosas a partir de lo que otros desechan
Puede que haya personas a su alrededor que consideren que no vale la pena darle una nueva oportunidad. Dios sí está dispuesto.
¿Qué se puede hacer con un cúmulo de reciclaje que infinidad de personas han abandonado? Igualmente, ¿qué puede surgir de alguien sumido en las drogas, el robo, la prostitución o el adulterio y que ha tocado fondo? Hay dos opciones: desechar la basura y sumir en el olvido a quienes se encuentran bajo algún tipo de atadura o, buscar que tengan una nueva oportunidad.
Esta posibilidad, de dar una nueva oportunidad a lo que otros consideran sin remedio, tiene una maravillosa ilustración en la orquesta filarmónica de Cateura, un suburbio pobre de Asunción, Paraguay. Sus moradores derivan los ingresos del reciclaje. Lo curioso es que deseaban dar vida a la música, pero no tenían los recursos económicos necesarios.
Los promotores de la iniciativa se tornaron creativos. Hoy día fabrican violines con latas de aceite y tenedores doblados; saxofones con caños y tapas de botellas como teclas; violonchelos con tambores de lata y rodillos de ñoquis como clavijas. Es sorprendente e increíble escuchar piezas de Mozart ejecutadas en esos instrumentos rudimentarios. Los integrantes de la agrupación han recorrido muchos países. Son motivo de inspiración para otros jóvenes.
Ahora piense en alguien que tiene roto su matrimonio o está sumido en la miseria o tal vez, es adicto. Un día se cansa de esa vida y le pide a Dios una nueva oportunidad. Cuando la recibe, la aprovecha al máximo. Y es transformado. Él, nuestro amado Padre desea y puede hacerlo. Así lo leemos en Isaías 35:1–2.
“Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.” (Isaías 35:1–2 | RV 60)
Desconocemos cuál sea su situación, pero por crítica que parezca, el Señor puede transformar su vida y su hogar. Para Dios no hay nada imposible. Basta que vuelva su mirada a Él y le permita obrar en su corazón. Los resultados serán sorprendentes y duraderos.
A propósito de Dios, ¿ya recibió a Jesucristo como su único y suficiente Salvador? Hoy es el día para que lo haga. Permita que Cristo gobierne su vida y su familia. Traerá transformaciones poderosas y duraderas. Hoy es el día para que tome esa importante decisión.
© Fernando Alexis Jiménez — Misión Edificando Familias Sólidas — #RadioBendiciones